POLÍTICO, MAESTRO Y ACTIVISTA CULTURAL, SIEMPRE COMPROMETIDO CON LA LENGUA Y LA CULTURA GALLEGA (II)
PARTE 2. Los inicios de Pazos como maestro en la montaña zamorana y su amor a primera vista con Lubián.
Texto elaborado por Óscar Rodríguez Martínez, socio de A Illa dos Ratos.
Tras el primer artículo dedicado a la figura de Xosé Manuel Pazos Varela en el que repasamos su infancia y juventud, en esta segunda parte hablaremos de sus inicios como maestro en la montaña sanabresa, prestando especial atención a su estancia en Lubián.
Xosé Manuel Pazos Varela eligió Zamora para presentarse a las oposiciones y en su sierra empezó a ejercer como maestro
Cuando Pazos venía a Galicia procedente de Cheste, el tren que le traía pasaba siempre por Puebla de Sanabria. Venía observando el paisaje, y se quedaba tan embelesado de aquellas montadas nevadas al pie del río Tera que llegado el momento decidió presentarse a las oposiciones a maestro nacional en Zamora.
Consiguió sacarlas a la primera, siendo uno de los 20 mejores de todo el estado y comenzó a ejercer en diversos lugares de la montaña zamorana como el Colegio Monte Gándara de Puente de Sanabria o en la escuela unitaria mixta de Escuredo.
Este último lugar era un pequeño pueblo prácticamente aislado en el que la mayoría de sus habitantes se dedicaban al pastoreo. Para comprar tabaco había una hora de coche hasta el pueblo más cercano y en época de nevadas era tan inaccesible que sólo la Guardia Civil podía subir hasta allí.
Pazos vivía en la casa de los maestros y contaba que como una de sus paredes estaba pegada al aula, su despertador era cada día el murmullo de los niños cuando llegaban al colegio. Una vida en general bastante tranquila y monótona salvo por el gran susto que se llevó cuando un rayo cayó sobre la iglesia del pueblo y varias piedras del campanario cayeron encima de la casa donde vivía.
Xosé Manuel Pazos trabajó cuatro años en Lubián y se sintió como en casa
Fue entonces cuando su viaje hizo escala en Lubián. Allí permaneció 4 años, tiempo suficiente para integrarse perfectamente en la dinámica del pueblo y establecer relaciones sociales.
Rápidamente se ganó la simpatía de todo el pueblo y se hizo amigo de muchos de los padres de sus alumnos. Además, como buen conversador que era, disfrutaba manteniendo interesantes conversaciones con los vecinos y en ocasiones también con algunas de las personas más relevantes del pueblo como el alcalde o con algunos de los enfermeros del Centro de Salud como Teresa, Necho o Félix.
Otra de las cosas que hacía para relacionarse era acudir con entusiasmo a las reuniones que organizaban los profesores y profesoras de los pueblos cercanos como Aciveiros, Porto, Chaos, Hermisende o San Ciprián de Hermisende, donde jóvenes y muchachas que acababan de sacar sus plazas y que se encontraban en aquella zona tan alejada de sus hogares, compartían pensamientos, inquietudes y preocupaciones.
En esos encuentros surgieron muy buenas amistades. En el caso de Pazos fue muy importante la estrecha relación que estableció con Felipe Lubián Lubián, con quien compartía inquietudes culturales e ideas políticas.
Curiosamente la trayectoria posterior de ambos fue muy similar ya que Felipe también llegaría a ser alcalde de su pueblo, Lubián, entre 1979 y 2003 y tras ser diputado provincial en las Cortes de Castilla León entre 2003 y 2007, volvería a ocupar la alcaldía hasta hoy.
También compartían el interés por el teatro amateur. Con una asociación llamada Xente Nova, llegaron a representar una pequeña obra titulada «La mágica ascensión de Euripo Floro» escrita por el propio Xosé Manuel Pazos, y posteriormente crearon el grupo de teatro «Matamoura», que tomó su nombre en honor al grupo de mismo nombre que había existido en Cangas antes del nacimiento del Teatro de Ningures.
En el ámbito puramente profesional, Pazos y Felipe impartían clase e toda la E.G.B de la escuela de niños de Lubián. Había tan buena sintonía entre ellos que en los cursos en los que compartían docencia se repartían entre ellos las distintas materias que había que impartir (Felipe era el responsable de Matemáticas y Ciencias Naturales y Pazos se encargaba de Lengua y Ciencias Sociales), y también dedicaron parte de su tiempo a preparar a personas adultas para que pudieran obtener su certificado de escolaridad.
Lubián y sus gentes le calaron tanto, que Pazos necesitaba ir allí de vez en cuando y a lo largo de su vida realizó numerosos viajes a tierras zamoranas acompañado de su familia o amigos como el artista Camilo Camaño o el periodista de Faro de Vigo Gonzalo Martínez.
Óscar Rodríguez Martínez
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