UNA VIDA LLENA DE PASIÓN POR CANGAS Y POR LA MÚSICA

Texto elaborado por Óscar Rodríguez Martínez, socio de A Illa dos Ratos, a partir de diversas fuentes y con la colaboración de Pablo, hijo de Tucho. Fotografías cedidas por la comparsa “Os de Sempre” y la A.C. A CEPA.

Con este artículo queremos recordar y reconocer la labor que durante muchos años realizó este gran amante de la música, Tucho Perete, en su querida Cangas, donde a lo largo de los años también demostró a sus vecinos su gran calidad humana.

Sirvan de ejemplo las palabras pronunciadas en su día por el alcalde Xosé Manuel Pazos Varela al recordar a Tucho tras su muerte “Aunque sabemos que nadie es indispensable en este mundo, Tucho era una de esas personas que se acercaba mucho a ser imprescindible”.

Tucho Perete se inició en la música con solo ocho años de la mano de Xoán Rial (Palleiro) de quien recibió lecciones de solfeo

Con Xoán Rial aprendió cosas básicas como la escala o diferenciar tonos musicales y más tarde, a los 12 años, continuó su formación en el Seminario de Santiago, donde para su alegría las clases de música eran obligatorias.

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Recuerdo de la infancia de Tucho, el primero por la izquierda.

Con tan solo 14 años formó su primera banda de rock, «Los Rítmicos», con sus amigos Moncho Fernández, «Chilola» y David

Tucho y Moncho Fernández se conocieron cuando ambos tenían 12 años. Fue un amor a primera vista y empezaron a compartir los pocos conocimientos musicales que tenían hasta que a los 14 años formaron el grupo «Los Rítmicos».

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Actuación de «Los Rítmicos» con Moncho, David y Tucho en primer plano y Chili a la batería.

Fue una gran aventura, una primera experiencia compartida que sentó las bases para que Tucho y Moncho acabaran convirtiéndose en compañeros inseparables. En palabras del propio Moncho Fernández, “Éramos muy jóvenes. Teníamos unas nociones muy básicas de solfeo y hacíamos acordes de oído que ni sabíamos cuáles eran porque no había a quién preguntar. Tampoco teníamos instrumentos, así que ensayamos con la guitarra española y cuando llegaba el día de la actuación pediamos que nos prestaran unas guitarras eléctricas»

“Los Rítmicos” y otros de las agrupaciones en las que participó Tucho como “Los Temas” forman parte de la memoria de las personas que vivieron su juventud en el Morrazo durante los años 70 del siglo pasado.

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Formación del grupo «Los Temas» con Toño Parcero, Acuña, Tucho Perete y Chani (1968).

El acordeonista Pepe Macillos, maestro musical de Tucho Perete 

Fueron tiempos de muchas actuaciones y ensayos, pero también de aprendizaje. En este sentido, la vida les dio un regalo a estos muchachos cuando el acordeonista Pepe Macillos se cruzó en su camino. Tucho siempre hablaba de él como su Maestro porque según sus propias palabras había recibido de él » todo lo que tenía que recibir, altas lecciones de armonía«.

La relación del viejo Pepe con los jóvenes pronto se convirtió en una gran amistad y todas las tardes los invitaba a merendar en su restaurante. Allí compartían sus inquietudes musicales y para Pepe era un placer poder resolver sus dudas y practicar con aquellos chicos que tan buen oído musical tenían. 

Por eso Macillos fue para Tucho más que un restaurante. Allí nació su pasión por la música, que más tarde le llevaría a dar el salto al mundo de las orquestas.

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Fotografía en la que vemos a Tucho Perete a la izquierda participando en una actuación.

La carrera musical de Tucho tuvo una importante parada en el mundo de las orquestas

Con poco más de 20 años, Tucho tuvo la oportunidad de formar parte de las mejores orquestas de la época como Los seis de Galicia, Acuarela o más tarde Saudade 73. 

En el caso de la orquesta Acuarela, compartió aventura con su inseparable Moncho Fernández y tuvieron la oportunidad de compartir escenario con artistas relevantes de la época como Ana Kiro en el Baile de la Palma de Cangas, Al bano en la Sala Paraíso de Bueu Mocedades en As Neves y el Casino de Vigo.

Era una orquesta atípica para la época porque entre otras cosas tenía un repertorio que se centraba en temas de grupos como los Beatles o los Rolling Stones y que escapaba a los típicos hits del verano. Era una orquesta de alto caché y muy demandada por toda la geografía gallega. En algunas salas importantes como la Sala Miramar de Redondela, incluso los contrataron para actuar todas las noches a primera hora antes del baile, momento en el que la gente aprovechaba para sentarse y disfrutar de la buena música.

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Postal promocional de la orquesta Acuarela.

Tucho se tomó un descanso de su carrera musical que duraría varios años, entró a trabajar en un banco y con la llegada de la democracia se presentó a las primeras elecciones locales por el PCG, llegando a ser alcalde reemplazando a Pepe «Chimé»

Pasaron los años y Tucho decidió tomarse un respiro de su aventura musical. Habían sido muchos sábados y domingos tocando el mismo repertorio y tanto él como Moncho, cansados, decidieron buscar otra salida laboral.

Curiosamente, ambos terminarían trabajando en algo tan opuesto a la música como el sector bancario. Moncho se incorporó al Banco Atlántico y Tucho encontró trabajo en la oficina que Banesto tenía en la calle Méndez Núñez de Cangas.

Fue en este momento de su vida cuando Tucho también entró en la política activa. En las primeras elecciones democráticas a nivel local que se celebraron en 1979, Tucho formó parte de la lista que el Partido Comunista de Galicia (PCG) presentó en Cangas. Tras el escrutinio de los votos se constituiría una corporación en la que el gobierno estaría formado por cuatro partidos: el PCG, UG, el BN-PG y el PSOE, quedando como alcalde Pepe “Chimé”. Este dimitiría en mitad de la legislatura y desde 1982 fue Tucho quien asumió el cargo, ostentando como segundo alcalde de la democracia de Cangas, cargo que compaginó con su trabajo en el sector financiero.

En lo personal, Tucho se casó y tuvo un hijo y una hija a quienes les inculcó el amor por la música

Tucho formó su familia con su esposa Ana y sus hijos Pablo y Olalla, a quienes les inculcó su gran amor por la música.

Hoy, Olalla canta en el Coro San Xosé y Pablo se dedica profesionalmente a la música, aunque reconoce que tardó mucho en emprender ese camino a pesar de los esfuerzos de su padre por inculcarle su gran pasión. “No fue hasta que unos amigos se metieron en la banda de música cuando empecé a involucrarme en ese mundo y a aprender música clásica. Unos años después comencé a tocar la guitarra y aunque de joven no le prestaba mucha atención a ese instrumento tan importante para él, siempre lo tuve cerca para darme buenos consejos y resolver mis dudas”. 

Pablo recuerda a su padre como «una persona muy popular y querida por la gente del pueblo«. Cuando tenía 6 o 7 años y vivían detrás de la fábrica Massó, recuerda que “La casa siempre estaba llena de gente. Eran los años posteriores a la muerte del dictador y recuerdo mucha alegría en nuestro hogar. Entiendo que para ellos fue un momento de cambio y de mucha esperanza”.

Además de la afición de su padre por la música, que era su vida, recuerda que también era un gran amante de la lectura y que en los últimos años de su vida le cogió afición a la cocina, y se la daba bastante bien.

Lo echo mucho de menos con sus bromas y frases típicas. Recuerdo cuando le preguntaban cómo estaba y él respondía siempre «entre bien y muy bien«».

De hecho, con su forma de ser hacía bueno el apodo familiar «Perete» («demonio»)  que Tucho había heredado, probablemente de su tatarabuelo o incluso más atrás, y que ilustraría el carácter de «buenas piezas» de sus ancestros.

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Una actuación en la que Tucho compartió escenario con su hijo Pablo Costas.

Tucho Perete formó parte de la mítica comparsa de Cangas «Os de Sempre» que recuperó el tradicional Entierro del Momo de Cangas tras la dictadura franquista

Desde muy pequeño a Tucho le gustaba participar activamente en el Carnaval. Era una época del año en la que los jóvenes del pueblo aprovechaban para dar rienda suelta a su ingenio y divertirse con los amigos.

Hubo un año en que los de la pandilla tuvieron que ir a hablar con el padre de Tucho porque siendo aún menor de edad tenía que darle permiso por escrito para ir con ellos a cantar. El gran Chani de «Os de Sempre» era uno de esos jóvenes y recuerda con cariño aquella anécdota porque «el padre de Tucho era muy listo… al final lo dejó venir, pero tuvimos que limpiar bien su barco».

Años más tarde, el 8 de febrero de 1991, Benigno de La Torre entrevistó a Tucho para el Faro de Vigo como letrista y cabeza visible de la comparsa » Os de Sempre « con la siguiente introducción:

Las comparsas son, sin duda, los auténticos animadores del Carnaval de Morrazo. «Os de Sempre» son los primeros de la democracia. Encabezada por Tucho Perete, un exalcalde que llegó a escribir letras en contra de su gestión. En 1976 recuperaron el Entierro del Momo y Tucho aún recuerda lágrimas de los más ancianos, que revivían otros tiempos“.

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Formación de la compañía «Os de Sempre» en 1991. Tucho aparece abajo a la izquierda con su guitarra.

El artículo contenía anécdotas muy curiosas, como cuando Tucho tuvo que escribir letras que iban en contra de su propia gestión como alcalde, pero a lo largo de los años ocurrieron muchas más. En una ocasión la comparsa fue a actuar a la fiesta organizada por el Bueu Atlético Balonmán disfrazados de Guardias Civiles y luego se dedicaron a dirigir el tráfico confundiendo a los conductores hasta que fueron descubiertos y tuvieron que huir de la Policía Local.

En 1986 unos amigos de O Hío le propusieron montar un coro y desde ese momento Tucho particia e impulsa varios proyectos en el ámbito musical

A lo largo de su carrera, Tucho había tenido la oportunidad de formar parte del Coro de la Catedral de Santiago y había disfrutado mucho de la experiencia. Por eso, cuando unos amigos le propusieron formar un coro en la parroquia de O Hío, no tuvo mucho que pensar. Para afrontar el reto de la mejor manera hizo varios cursos de música coral y técnica vocal y se convirtió en el primer director de ese coro que nacería ese mismo año bajo el nombre de “Queixumes do Hío” .

Esta no sería la única experiencia de Tucho en la música coral, ya que durante muchos años también dirigió el Coro Santiago Apóstol y el tradicional Coro San Xosé.

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Actuación de la Coral San Xosé en la Plaza del Arco. Fotografía de Gonzalo Martínez.

Durante muchos años Tucho Perete estuvo al frente de la Coral San Xosé, una coral de larga tradición en Cangas que cada noche del 19 de marzo, coincidiendo con el día de San José, recorre las calles rindiendo homenaje con una serenata a los Pepes, Pepas…

El Coro San Xosé es una tradición que se remonta a 1934 y que había sido recuperada, tras el paréntesis de la dictadura, por el maestro Eugenio Carballo y Xesús González “Felecho”, al que sucedería Tucho como director hasta el final de sus días.

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Uno de los ensayos de la Coral San Xosé (1991).

En palabras de Tucho, “el Coro San Xosé es un coro atípico formado por gente que canta en otros coros y por gente que, sin haber cantado nunca a ese nivel, tiene algo especial en la voz”. Tucho daba fé de que en Cangas hay muy buenas voces, de hecho decía que «los hombres y mujeres de Cangas en general tienen muy buen oído musical«.

En una entrevista que le hicieron en 2015 dentro del proyecto ABCD (Archivo Biblioteca Digital Canguesa), contó que varios de sus integrantes, tanto de esa etapa como de las anteriores, por su amor a esta hermosa tradición, estaban recibiendo clases de solfeo en el conservatorio, lo que elevaba el nivel del coro.

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Fotografía publicada en el Faro de Vigo correspondiente a una de las últimas ocasiones en las que Tucho dirigió la Coral San Xosé en la Plaza del Arco.

Aunque la actuación se realizaba cada 19 de marzo, los integrantes del coro comenzaban a ensayar en octubre del año anterior. Preparaban cuatro temas diferentes para cada ocasión con los que recorrían varios de los estilos musicales más conocidos por los cangueses y canguesas y eso requería  de mucho trabajo y ensayo.

De hecho, Tucho decía quelas partituras están muy elaboradas porque hay que pensar que cantamos siempre a cuatro voces por lo menos, cuando no a cinco o a seis, y lleva mucho trabajo, pero es muy bonito ver el resultado final. La parte orquestal, lo que es hacer arreglos para flautas, violines o violonchelos, etc. también es muy laboriosa, pero es una cosa maravillosa cuando resulta ”.

La Coral San Xosé , además de ser una tradición popular que no se podía perder, siempre fue algo muy importante para Tucho, una grata experiencia que repetía todos los años y que acababa siendo un regalo que elaboraba con los integrantes de la coral y que luego regalaba a sus vecinos.

Por ello, tras su muerte fue su propio hijo Pablo quien asumió la dirección de la mano de Moncho Fernández y su mujer Susana, ambos con amplia formación y experiencia en el campo de la música. Como curiosidad hay que decir que han decidido que por ahora, como homenaje al gran Tucho, el Coro no preparará temas nuevos, sino que cada año traerá un repertorio con cuatro temas de otros años que fueron arreglados en su momento por él.

Tucho Perete recibió el Premio Xohan de Cangas en 2013 por su trayectoria y labor en el ámbito cultural y musical

Mucha gente recordará a Tucho precisamente porque cada 19 de marzo, coincidiendo con la festividad de San Xosé, se ponía delante del pueblo de Cangas al frente al Coro das Pepas y Os Pepes y recorría las calles del pueblo con su coro de afinadas voces honrando con una serenata a los Josés, Josefas, Pepes etc. Pero las contribuciones de Tucho a nuestra cultura local fueron mucho más importantes.

Además de participar en la creación de diferentes grupos musicales y corales, a lo largo de su vida Tucho impartió clases de guitarra tanto privadas como en diferentes colegios e institutos del pueblo. Por sus manos pasaron muchos chicos y chicas jóvenes que además de aprender a tocar un instrumento compartieron con él sus inquietudes musicales.

Por todo ello, además de contar con el reconocimiento personal y cultural de sus vecinos, Tucho fue galardonado con el Premio Xohan de Cangas en 2013. Posteriormente también fue distinguido «Membro de honra de Amigos da Mangallona» constando en ese conjunto museístico un retrato suyo realizado por Camilo Caamaño Xestido.

Tras afrontar una larga enfermedad de manera ejemplar, Tucho partió de este mundo el 13 de mayo de 2019

Coincidiendo con la muerte de Tucho, el Faro de Vigo  titulaba «Cangas dice adiós a su voz«, la voz de una persona que afrontó con valentía su enfermedad y a quien es de recibo recordar por su generosidad, su influencia positiva en la vida de muchas personas y por su calidad humana, pero también deberiamos reconocer la gran labor que durante muchos años llevo a cabo este gran amante de la música en su querida Cangas.

Queremos agradecer la colaboración y facilidades que tanto Pablo como Ana nos brindaron para la elaboración de este artículo y también la colaboración de Chani de “Os de Sempre” y Moncho Fernández, con quien tuvimos la oportunidad de compartir café en “la de Rolindes» (Cafetería Alameda en la Plaza del Arco), en la misma mesa donde Tucho tomaba café y hacía el crucigrama del periódico todos los días.

Óscar Rodríguez Martínez
Presidente A Illa dos Ratos en | + artigos

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