Desde el comienzo de la ruta el paisaje cobra protagonismo. Las carreteras asfaltadas y las edificaciones públicas dan paso a una zona de monte comunal que nos hace ver las diferencias entre las repoblaciones de bosque autóctono y el de especies foráneas.
Poco a poco llegaremos a la parte más alta, donde los árboles dejan paso a la vegetación tradicional de monte bajo. Como no, nos encontraremos con los marcos que condicionan el concepto de territorio gallego. Y finalmente, desde lo más alto, las impresionantes vistas desde la cumbre de Mesa de Montes: las rías de Vigo, Pontevedra y Aldán; las islas Cíes, Ons y Sálvora; las penínsulas del Salnés y del Barbanza al norte, la serra da Groba al sur; y del monte Faro de Domaio a Cabo Home.
Vamos a conocer un espacio natural que contiene un alto valor paisajístico, geológico, biológico, social y cultural que comparten las parroquias canguesas de Darbo y Aldán y la lindante de Bueu.
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La subida merece la pena
Esta ruta está especialmente indicada para las personas amantes de caminar en la naturaleza y de las grandes vistas panorámicas.
Fantásticas vistas y naturaleza
Las sensaciones de poder observar nuestras rías desde un punto de vista único sólo serán comparables con las que nos aporta una buena caminata por un entorno natural.
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