UNA MUJER CON PASIÓN POR EL DEPORTE Y POR SUS HIJOS
Texto elaborado por Óscar Rodríguez Martínez, socio de la Asociación A Illa dos Ratos.
Hoy vamos a dedicar un artículo a una canguesa que ha sido nombrada mejor deportista femenina en la última Gala del Deporte de Bueu. Es una atleta que cuenta con múltiples éxitos a lo largo de su carrera y todo ello compaginando sus exigentes entrenamientos con la docencia y la crianza de sus dos hijos, los pequeños Teo y Xan.
La afición de Bea Fernández Gil (Cangas, 16/01/1982) por correr viene de su época del colegio en el que entrenaba como actividad extraescolar
Fue Sole, su profesora de Educación Física, quien despertó el interés de la joven Bea por el atletismo gracias a que les hacía correr en clase y les animaba a ir a las carreras con el equipo del colegio.
Fue así como a los 9 años se anotó en la actividad extraescolar de atletismo en el colegio de Compañía de María y comenzó a participar en muchas de esas carreras escolares.
Su amor por el deporte también la llevó en ese momento a practicar fútbol y con el tiempo, incluso acabaría centrándose en el fútbol sala como jugadora de un equipo femenino muy conocido de Cangas, el «Pouba», con el que jugaba en la liga de Vigo o en la de Pontevedra pero también en el keniata de Moaña.
Su fichaje por el Club Atletismo Samertolameu de Moaña y su posterior salto al Celta hizo que tuviese que elegir entre sus dos pasiones deportivas
Tras un tiempo compaginando atletismo y fútbol, pronto se dio cuenta de que ambos deportes no eran compatibles. Si ya se pasaba mucho tiempo entrenando con el Samertolameu, tras su fichaje por el Celta Atletismo también empezó a tener competiciones fuera de Galicia. Llegó un momento en que sus entrenadores le indicaron que si quería tener un buen rendimiento deportivo, tenía que dedicarse a una única disciplina.
La elección de Bea en un primer momento fue decantarse por el fútbol y empezó a jugar simultáneamente al fútbol sala y en el Alondras C.F, pero a los dos años vió que echaba de menos el atletismo y volvió, esta vez al Vila de Cangas.
Bea Fernández Gil no tuvo que buscar referentes en el mundo del deporte, ya que los encontró en su propia familia
El primer referente para Bea era su padre, ya fallecido, que se llamaba José Fernández Fernández y que era conocido en Cangas como «Fandiño». Jugó en el Alondras C.F en su juventud y continuó con su afición años más tarde acudiendo a esas típicas pachanguitas de fútbol entre amigos. También hizo atletismo, algo que le encantaba, y siempre le contaba a sus hijos que se le daba muy bien.
Estaba muy orgulloso de que su pequeña Bea siguiera sus pasos y le gustaba mucho ir a verla tanto al fútbol, cuando lo practicaba, como al atletismo, pero sobre todo a este último, ya que si ganaba en una carrera o quedaba entre las primeras le hacía muy feliz.
Bea también siguió de cerca la faceta como deportista de su hermano Tomás hasta el punto de que se convirtió en un gran referente para ella en el atletismo. A diferencia del caso de su padre, al que solo pudo ver practicando atletismo en fotos, en el caso de su hermano lo vivió y disfrutó su evolución día a día.
Precisamente él fue el que la animó a volver al atletismo y dejar el fútbol. Y con él volvió a correr y a entrenar hasta que la fichó un club.
En cuanto a su formación, obtuvo el título de Técnico Superior de Animación Físico Deportiva, y posteriormente la Diplomatura en Educación Física, Educación Primaria y Educación Infantil
Actualmente, es profesora de Educación Física en Primaria y del Ciclo Superior de Educación Infantil en el Colegio Lar en Mos, donde lleva ya 12 años. Disfruta de su profesión y además de las clases imparte en el mismo centro actividades extraescolares de piscina, patinaje y baile, otra cosa que la apasiona.
También forma parte desde 2005 de la Asociación Cultural Santomé de Piñeiro en Marín donde hasta la llegada de la pandemia impartía gimnasia de mantenimiento.
Bea Fernández Gil tiene un palmarés importante en pruebas sobre todo de fondo
Aunque a lo largo de su vida ha tenido oportunidad de hacer pista y se le daban bien disciplinas tan diferentes como los 5.000 m, salto de valla, relevos o incluso peso, lo cierto es que Bea siempre ha preferido y se ha sentido más cómoda en las distancias largas. De hecho desde que ha probado la media maratón y la maratón se ha enganchado hasta el punto de afirmar que «cuando acabas una, ya sales pensando en la siguiente». Para ello entrena un mínimo de 4 días a la semana, que pueden ser 6 o 7 si está preparando un maratón.
Y gracias a todo ese sacrificio y esfuerzo han llegado sus logros deportivos de los que se muestra muy orgullosa. Algunos de ellos son:
– Formar parte de la selección gallega de atletismo en cross varios años.
– 1 clasificada absoluta en Carrera Renault Street Run-Distrito de Retiro en Madrid (2016)
– Subcampeona Gallega de Maratón en los dos años que participó (2016 y 2018). En el 2017 se quedó embarazada y ya no pudo participar.
– Segunda clasificada en la general y primera en su categoría en Trail en Portugal (2018).
– Campeona del Trail nocturno de Pontevedra los dos años que se presentó (2018 y 2019).
– Segundo puesto en la general de la media maratón «Os 21 do Camiño De Santiago» entre Palas y Melide (2019).
– Varias veces ganadora de la «21 k da Costa da vela».
– Ganadora de la «Volta a Ons» de 19 km las dos ocasiones que se presentó.
– Ganadora de la primera maratón de la Vig-Bay. (2019)
– Ganar la media maratón de Pontevedra. (2019)
– Subcampeona gallega de media maratón. (2019)
– Maratón de Sevilla. Logró la marca de 3h 00 min 50 seg siendo la segunda española en su categoría, pero no le fue reconocida la marca al no tener la licencia nacional. (2020).
– Tercer puesto en la Media de Vigo con 1h 23 min 22seg. (2021).
Además de estas carreras hubo muchas otras en las que Bea participó por equipos mixtos con su actual club, el Atletismo Corredoiras Bueu, y quedaron primeros o segundos y también se siente orgullosa de poder sumar puntos para su equipo.
Desde hace menos de un año es la vicepresidenta del club que funciona como una gran familia donde la tratan muy bien y donde ha hecho muy buenos amigos y amigas, que en sus propias palabras «es lo más bonito del deporte, la gente y las amistades que haces, eso no lo pagas con nada».
Además de gran deportista, es una madre muy orgullosa
Xan de 7 años y Teo de 4 son los dos hijos de Bea, a los que les gusta mucho el deporte y de los que está superorgullosa.
Compaginar su vida deportiva, laboral y personal requiere de una especial habilidad. ¿Cómo lo consigue? Pues afirma que «para poder entrenar, me tengo que organizar muy bien. Algunos días entreno cuando ellos entrenan en las actividades extraescolares. Otros días los dejo cenando y hago yo el entreno o incluso me despierto supertemprano mientras duermen para poder entrenar y aprovechar luego el tiempo con ellos. Es difícil compaginar todo, pero me organizo para poder estar con ellos y entrenar incluso a horas que a cualquier persona, que no esté acostumbrado a esto, le parece una locura… Pero quieres disfrutar el máximo tiempo con ellos, así que te tienes que sacrificar. Eso sí, siempre con ayuda de la familia, sobre todo de mi madre, María Teresa Gil Chapela «Mary», que es la que cada día me anima para que salga a entrenar y consiga mis objetivos mientras se queda con los canijos».
Su objetivo para 2022: bajar de 3 horas en el Maratón de Sevilla
Tras la pandemia Bea ha comenzado a explorar el mundo del ciclismo y la natación en aguas abiertas. De hecho, una locura que hizo este año fue hacer con la bici de montaña, dos veces el camino de Santiago ida y vuelta algo que «me encantó y lo volvería a repetir».
Probablemente, algún día probará a hacer un triatlón o duatlón, pero su reto para este 2022 era asaltar la barrera de las 3 horas en la Maratón de Sevilla.
Hace algunos meses nos contaba que lo consideraba como «mi mayor objetivo en este momento. Tengo que intentar hacer 3h o incluso bajar, me conformo con 2h 59 min 59seg. Me quedan meses duros de entreno, además los meses de otoño e invierno que son los peores para preparar una maratón. A todo esto, sumarle mi trabajo y mi vida familiar. Pero hay que intentarlo, con ayuda de la familia (sobre todo de mi madre, que está ahí siempre apoyándome y ayudándome), amigos y como no de mi entrenador Manolo Otero. Lo voy a intentar conseguir. Se lo debo a todos ellos por estar ahí».
Pues después de mucha preparación y esfuerzo, el pasado 20 de febrero Bea acudió a la prueba como tenía previsto y consiguió el segundo puesto en la categoría de veteranos A, siendo la sexta española en cruzar la meta con un tiempo de 2h 55 minutos y 41 segundos. Una nueva proeza para esta campeona.
Le deseamos a Bea toda la suerte del mundo en sus futuros retos. Mujeres como ella deben ser un referente para los niños y niñas que practican deportes de base, especialmente el atletismo, pero su caso también es un ejemplo de como con mucho sacrificio y esfuerzo por su parte y contando con el inestimable apoyo de su familia, especialmente de su querida madre, ha podido conciliar su vida personal y laboral con una brillante carrera deportiva.
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